El turismo rural o turismo de interior es la alternativa y hasta la prioridad para los que huyen de la masificación. Lleva creciendo desde 2013. Una oferta a la que ahora se suman aquellas zonas de la España vaciada, como se ha podido comprobar recientemente en FITUR. Y en Zamora tenemos una gran desconocida: Tierra de Campos. Ocupa parte de las provincias de León, Palencia, Valladolid y Zamora. Tierra de Campos es una de las comarcas más emblemáticas pero también una de las más desconocidas. Son cerca de 5.000 Kms cuadrados de infinitas llanuras, sin montes, con escasos ríos y apenas vegetación arbórea fuera de sus orillas.
Sin límites geográficos definidos, en Zamora se ubica en el noreste de la provincia, lo que se conoce como la comarca de Villalpando. Incluye 28 municipios con características geográficas, económicas, sociales e históricas afines, pero no cuentan con un reconocimiento legal para su desarrollo administrativo. De ahí que la mancomunidad sea la fórmula legal en la que se han organizado para optimizar la gestión de algunos servicios públicos.
En una época donde el turismo rural en Castilla y León ha sufrido un descenso de casi el 3 por ciento, Zamora con un incremento del 22’5 por ciento en pernoctaciones, León con casi un 10 por ciento, Salamanca con menos de un 2 por ciento y en menor medida Burgos, invirtieron la tendencia, según publicaba a principios de enero el Instituto Nacional de Estadística. En cuanto al número de viajeros Zamora creció un 17’9 por ciento, solo superada por el 25’4% que vio incrementado León.
Tierra de Campos, como destino de descanso, ofrece la tranquilidad propia de una zona que escasamente supera los 8.000 habitantes, según el padrón municipal de 2015, y una densidad de población que no llega a los 10 habitantes por Km cuadrado.
Su estampa típica es un inmenso campo de cereal apenas alterado por los pequeños núcleos urbanos, algún río o arroyo, así como por los esporádicos palomares que se dan a lo largo y ancho de su territorio. Hoy muchos están en ruinas. Es una construcción modesta, generalmente de adobe, que sirvieron como complemento a la economía y el sustento de sus gentes. Los mejor conservados se encuentran en el entorno de las Lagunas de Villafáfila.
Las Lagunas de Villafafila son una “Reserva Natural” creada en 2006 sobre una superficie de 32.682 has. Pertenecen a ella un total de 11 terminos municipales y la pedanía de Otero de Sariegos. Es un lugar esencial para la observación de aves en la península. Concentra la mayor población de avutardas del planeta y es lugar de paso para numerosas especies migratorias. Se puede visitar los viernes, sábado, domingos y festivos de 10:30 h a 14:00 h y de 16:00 h a 19:00 h. Pueden realizarse visitas concertadas el resto de la semana con cita previa (980.58.60.46 o por mail).
De 14:00 h a 16:00 h el complejo permanece cerrado y no se puede comer en él. Sin embargo, en los diferentes municipios pueden disfrutar de un buen almuerzo a base de excelentes productos de la tierra.